Bitácora de un carpetoedetánico curioso donde van a parar todos los conocimientos aparentemente inútiles.

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miércoles, 25 de julio de 2012

El día que Dios fue español


Últimamente parece que me ha dado por hacer las entradas a pares. Hace algún tiempo publique dos sobre el servicio de correos americano, el Parcel Post Service (1 y 2), mas tarde dos sobre la medalla Dickins (1 y 2)  y hoy, tras mi última entrada sobre una carga de caballería sobre el hielo, traigo una historia que también cuenta las hazañas de tropas de tierra combatiendo sobre el mar helado. Hay que señalar que esta historia la descubría hace unos meses en un magnifico blog sobre batallas llamado Grandes Batallas de la Historia.

Flandes diciembre de 1585, estamos en plena Guerra de los 80 Años, en la que las llamadas Provincias Unidas de los Países Bajos se habían levantado contra el Imperio Español, aunque mas que una guerra de independencia era el primer episodio de los enfrentamientos entre el protestantismo del norte de Europa y el catolicismo de la península. Prueba de ello es que amplias zonas de Flandes eran católicas, y por ello defendían y apoyaban a las tropas españolas en lugar de a las  autóctonas. Y esto fue lo que sucedía en la ciudad de Balduque, a las orillas del río Mosa. Hasta allí habían llegado 5.000 españoles del tercio Viejo, comandados por el Maestre de Campo don Francisco Arias de Bobadilla. En la otra orilla del río, y en la multitud de islas que lo poblaban, estaban los rebeldes holandeses, apoyados por una flota de barcos que bombardeaba continuamente a las tropas españolas desde la partes mas profundas del río, todo ello al mando del almirante Holak.  Bobadilla comienza el ataque y rápidamente consigue alcanzar la isla de Bomel, la mas grande de cuantas había en el cauce, y la conquista con facilidad. En ese momento Holak ve su oportunidad y manda derribar los diques que contenían las aguas del Mosa. El nivel sube rápidamente y gran parte de la isla de Bomel es inundada. Los españoles se tienen que hacer fuertes en un pequeño montículo ahora convertido en isla. En este lugar se encontraba la pequeña iglesia católica de Empel, donde se monta un improvisado fuerte. 


iglesia+milagro+wonder+van+Empel

La situación se vuelve rápidamente desesperada. Están completamente cercados por el agua y ademas en una posición elevada que los hace especialmente vulnerables a los ataques de artillería de la flota de Holak. Ademas desde los islotes que rodean a la gran isla las tropas holandesas también disparan con ventaja sobre los tercios, apoyadas por la artillería de un gran fuerte a la otra orilla del Mosa. Bobadilla mando varios correos pidiendo ayuda pero todo fue inútil. Lo único que consiguió fue el apoyo espiritual de los habitantes de Balduque que se aprestaron a hacer misas, rogativas y procesiones en apoyo de los católicos.

El siete de diciembre las tropas españolas se preparan para el fin. Los rebeldes están ultimando los preparativos del asalto final y mandan una comitiva exigiendo la rendición de los sitiados. Bobadilla, fiel a la tradición de los Tercios de desconocer lo que es la rendición, le responde con un frase de las de película: "Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos". La suerte estaba echada, o no. En este momento se produce un hecho fortuito que, seguido de otros igualmente afortunados, cambiaría el curso de la batalla. Un soldado español que cavaba una trinchera, mas para protegerse del frío que de las balas enemigas, se encuentra con una tabla de madera. La observa y comprueba entusiasmado que es una tabla con la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, seguramente enterrada por algún católico para protegerla de la furia iconoclasta de los calvinistas. Rápidamente difunde la noticia y un fervor católico inunda a toda la guarnición. Bobadilla aprovecha el momento y lanza un órdago a sus hombres " ¡Soldados! El hambre y el frío nos llevan a la derrota; el milagroso hallazgo viene a salvarnos. Nosotros velaremos por España. ¿Queréis que se quemen las banderas, se inutilice la artillería y abordemos de noche las galeras, prometiendo a la Virgen ganarlas o perder todos, todos, sin quedar uno, la vida?" un Sí unánime refrendo sus palabras y raudos se embarcaron en playetas (barcazas) para alcanzar las galeras enemigas. Y aquí es donde se produjo el otro hecho fortuito que casi podríamos tildar de misterioso, o de milagroso, como no dudaron en hacer los habitantes de Balduque que lo bautizaron como Het Wonder van Empel, el milagro de Empel (volved a mirar el cartel que figura en la iglesia en la foto que he puesto al principio). Las temperaturas habían descendido brutalmente durante todo el día y en el momento de la noche en que los españoles se disponían a fletar sus barcas se dieron cuenta de que el río se había helado completamente, algo que no solía suceder hasta finales de enero y desde luego no con esa rapidez. Abandonaron sus embarcaciones y a pie marcharon contra los diferentes islotes ocupándolos uno a uno. Holak, desde el barco capitán, observaba atónito lo que estaba sucediendo cuando empezó a recibir bombardeos de artillería desde las posiciones anteriormente ocupadas por sus hombres. Las galeras estaban siendo alcanzadas y ademas corrían el riesgo de quedar varadas en el hielo que seguía formándose rápidamente incluso en las zonas de mas calado. No quedaba mas remedio que huir ante el ataque furibundo de unos soldados que hace pocas horas estaban completamente derrotados, tan seguro estaba Holak de la victoria que su única preocupación había sido el disponer de locales suficientes para albergar a tantos prisioneros. Solo quedaba una cosa por hacer, conquistar el fuerte. El Tercio adopto su característica formación con sus largas picas delante y los arcabuceros preparados detrás y marcharon contra las posiciones holandesas. En poco tiempo la victoria fue total huyendo las tropas rebeldes a la desbandada. El milagro de Empel se había consumado. Ni que decir tiene que la Inmaculada Concepción fue nombrada patrona de los Tercios inmediatamente. En la actualidad es patrona de toda la infantería española.

Periódicamente aun se hacen estudios meteorológicos (sobre todo en los Países Bajos) intentando comprender que es lo que pasó aquella noche y la conclusión mas atea a la que se llega es que fue algo "completamente inusual".

Para concluir reproduzco dos frases del vencido Holak que demuestran su perplejidad por la inusitada derrota.

La primera hace honor a la valentía y fiereza del los tercios españoles:
"Cinco mil españoles que eran a la vez cinco mil infantes, y cinco mil caballos ligeros y cinco mil gastadores y cinco mil diablos".
La segunda es la que inspira el título de esta entrada:
"Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro".

Muchos no creeréis en los milagros, y a los que que creáis no os parecerá de recibo que Dios ayude a algunos de sus hijos a masacrar a otros, pero coincidiréis conmigo en que si no es un milagro es algo que se le parece mucho.

lunes, 16 de julio de 2012

¿Una carga de caballería con caballitos de mar?


En realidad no fueron hipocampos, pero si que podemos nombrar a los caballos del 8º Regimiento de Husares del las fuerzas revolucionarias francesas como "caballos de mar", ya que en una carga de caballería sin precedentes apresaron a la flota holandesa en las frías aguas del Mar del Norte

toma+flota+holandesa+den+helder+texel+caballeria+helado

Estamos en enero de 1795, en plenas Guerras Revolucionarias Francesas. La campaña de Holanda esta siendo un éxito y gran parte del país esta bajo dominio francés. Al mando de las operaciones esta el general Jean-Charles Pichegru. Tras tomar Amsterdam es informado que la flota anglo-holandesa se encuentra en el estrecho formado por la ciudad de Den Helder y la isla de Texel en el Norte del país, y decide mandar a un escuadrón de Husares y otro de infantería a investigar la situación. Al mando de este contingente de tropas iba el joven coronel Lahure Louis Joseph. Cuando llegan allí observan que el mar esta helado y los barcos se encuentran atrapados por el hielo. Entonces se produce uno de esos momentos en que la locura se hace realidad. El coronel comprueba el grosor del hielo y prepara a sus huestes. Cada jinete monta en su grupa a un infante y se lanzan a la carga contra los barcos varados. Contra todo pronostico el hielo resiste la cabalgada y llegan a las inmediaciones de los barcos anglo-holandeses. la tripulación de estos no daba crédito a lo que estaba pasando. Intentan disparar sus cañones pero comprueban que al estar atrapados por el hielo los barcos no están rectos, y bien los cañones apuntan al cielo, o bien al suelo, justo delante de ellos.

Cuando la insólita carga llega a su destino los holandeses se rinden a las primeras de cambio. No se ha disparado un solo tiro, ni ha habido baja alguna en ninguno de los dos bandos. El coronel Joseph se apodera del 14 barcos de linea con un total de 850 piezas de artillería y varios barcos mercantes, ademas de una ingente cantidad de suministros y distintos correos que habían partido con destino a Gran Bretaña. Esta hazaña le valió al insensato-valiente de Lahure Louis Joseph que su nombre este inscrito en el Arco del Triunfo de París.

Ahora juzgad vosotros mismos, ¿eran o no eran caballitos de mar?.

lunes, 9 de julio de 2012

Un héroe muy gatuno


Como amenace en mi anterior entrada sobre la medalla Dickin traigo a esta humilde bitácora la historia de Simón, el único gato condecorado con dicha medalla.

Gato+Simon+medalla+dickin+Amethyst

En 1948 Simón era un gato callejero de apenas unos meses de edad que se paseaba por los astilleros de Hong-Kong en busca de algo de comer. El destino quiso que en esos mismos astilleros se encontrase George Hickinbottom , tripulante del HSS Amethyst de la armada inglesa, regresando a su nave para partir rumbo a nuevas misiones. Cuando George vio al lindo gatito no pudo resistir la tentación de llevárselo consigo para que le hiciera mas amenas la largas guardias en la inmensidad del mar. Así pues lo cogió, y ocultándolo en su petate pudo pasarlo al barco, donde lo escondió en el castillo de proa, su lugar de trabajo habitual.  Pero el capitán Griffiths no tardo en descubrirlo, y adoptarlo como propio. Capitán y gato se hicieron inseparables y era típica la imagen de Griffiths al mando del timón y Simón a su lado acurrucado dentro de su gorra. Pero como nadie en el barco podía ir de gorra (nunca mejor dicho) enseguida se le encontró un trabajo par él, cazar las abundantes ratas que amenazaban las provisiones del barco, ademas de  ser un peligro para la salud. Y nuestro pequeño héroe se aplico a su nuevo trabajo con gran dedicación controlando a los molestos roedores. En 1949 el capitán Skinner se hizo cargo de la nave y también adopto Simón como gato cazarratas, ya que ademas de cumplir con su cometido a la perfección era muy apreciado por toda la tripulación del barco.

En abril de ese mismo año se produjeron los luctuosos hechos que elevaron a Simón a la categoría de héroe. Estamos en plena revolución china y los británicos, si bien no se alinean descaradamente con ninguno de los bandos, intervienen para proteger  a sus ciudadanos en las distintas embajadas y consulados en el gigante asiático. El HSS Amethyst fue enviado a remontar el rió Yangtsé, en el interior de China, cuando apenas a 100 millas del mar son atacados por baterías revolucionarias. El ataque causa un buen numero de muertos, entre ellos el capitán  Skinner y hace encallar el barco. Se intenta una evacuación pero los francotiradores chinos no tiene piedad, y así el barco se queda sitiado a la espera de ayuda o de una solución diplomática. Todos los barcos occidentales que se acercaban a socorrerlo eran repelidos por las baterías costeras, la única ayuda que se pudo hacer llegar fue un médico de la RAF que se hizo cargo de los numerosos heridos.

¿Y donde estaba Simón?. El gato del barco también fue gravemente herido por los ataques y se escondió en las bodegas del barco. A los cinco días apareció en cubierta, mas cerca de la muerte que de la vida. Los marineros lo recogieron y rápidamente lo llevaron al doctor que, una vez atendidos a los múltiples heridos, pudo hacerse cargo de él. Le extrajeron la metralla, lo rehidrataron y lo dejaron descansar, esperando que muriese en las próximas horas. Pero ese no fue el final de Simón. Sorprendentemente se recuperó y volvió a ser la alegría de la tripulación. El médico vio el efecto beneficioso del animal y lo animaba a que se pasease entre los enfermos luciendo sus vendajes de guerra. Todos ellos se alegraban de ver al gato y reconocieron que les elevaba la moral y las ganas de luchar contra sus dolencias. Pero su viejo trabajo también le esperaba en las bodegas del Amethyst. Su ausencia había provocado que las ratas se multiplicasen y volviesen a ser un terrible problema devorando las escasas provisiones del barco. Pero Simón había vuelto y rápidamente volvió a poner las ratas a raya, a pesar de que sus heridas aun no le permitían estar al cien por cien de sus facultades. Y como todo buen héroe de leyenda tuvo su combate singular. Mao Tse Tung era el nombre que los marineros habían puesto a una enorme rata que parecía la cabecilla de todas las demás. Habían intentado cazarla con trampas, palos he incluso balas pero era inútil, siempre escapaba, y  los tripulantes no solo quería cazarla por la rata en si, sino porque tenían miedo que si Simón se enfrentase a ella fuera lastimado. Pero el temido día llego. Los animales se encontraron frente a frente y Simón salto sobre su presa matándola al instante. La tripulación aclamó al pequeño gato como un héroe y fue ascendido a  Able Seacat Simon, es decir lo nombraron marinero, era uno mas de la tripulación.

Después de muchos avatares el barco pudo escapar de sus captores y partió rumbo a Gran Bretaña. La fama de Simón le precedía y en cada puerto puerto que hacia escala todos vitoreaban al animal y le agasajaban con multitud de regalos. Finalmente llegaron a Gran Bretaña, pero Simón a fin de cuentas era un gato y tuvo que pasar su correspondiente cuarentena. Mientras tanto se acordó concederle la medalla Dickens y multitud de cartas y regalos de admiradores llegaban para él. Pero desgraciadamente nuestro héroe gatuno murió antes de salir de la cuarentena. Las enfermedades tropicales que contrajo en el rió hicieron mella en sus maltrecho cuerpo y no pudo superarlas. También se cuenta que el estar lejos del mar y de su barco le hizo abandonarse a su suerte, ya no tenia por que luchar. Murió el 28 de noviembre de 1949, catorce días antes de la ceremonia en la que se le haría entrega de la medalla Dickin.

Fue enterrado en el cementerio de animales de la PSDA con honores militares. Posteriormente se colocó una lapida que rezaba: 

IN MEMORY OF
"SIMON" 
SERVED INH.M.S. AMETHYST MAY 1948 — SEPTEMBER 1949 
AWARDED DICKIN MEDAL AUGUST 1949 
DIED 28TH NOVEMBER 1949
 THROUGHOUT THE YANGTZE INCIDENT HIS BEHAVIOUR WAS OF THE HIGHEST ORDER

En la ceremonia de entrega de la medalla todos sus compañeros supervivientes estaban presentes y entonaron tres hurras en su honor. En los motivo de entrega de la condecoración se mencionaba tanto su empeño en defender las provisiones del ataque de las ratas como del apoyo moral que prestaba a sus compañeros convalecientes con su actitud cariñosa y enérgica  a pesar de sus múltiples heridas.

Si consideramos un héroe no solo a quien tiene una actitud valerosa en un momento dado, sino a quien ademas con esa actitud consigue transmitir valor y grandeza a quienes le rodean no cabe la menor duda de que el pequeño Simón fue un verdadero héroe. Descanse en paz.

miércoles, 4 de julio de 2012

Una animalada de medalla


El otro día, echando una ojeada a antiguas entradas de la siempre recomendable Curistoria, me tope con la historia de G.I. Joey, una valiente paloma mensajera que en la II Guerra Mundial salvo un monton de vidas en un pequeño pueblo italiano. La interesante entrada (de aconsejable lectura) termina con esta frase ...la paloma fue galardonada por esta acción con la medalla Dickin. Esta medalla es un honor de guerra reservado a animales. ¿Una medalla para animales?, obviamente no pude dejar pasar la oportunidad de descubrir algo nuevo.
Medalla+Dickin+animales

María Dickins fue un dama inglesa que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Defensora de los animales en 1917 fundo el PSDA (People's Dispensary for Sick Animals, que podríamos traducir como: Sanatorio popular para animales enfermos) para atender los animales enfermos que eran abandonados en las calles.

En 1943, en plena guerra mundial, María se dio cuenta de que también los animales estaban prestando valiosisimos servicios al imperio británico, y pensó que deberían ser galardonados por ello. Así instauró la Medalla Dickens, un distinguido medallón de bronce con las leyendas For Gallantry (por su valentía) y We Also Serve (Nosotros también servimos) bajo las siglas del PSDA y rodeado de hojas de laurel. El 2 de diciembre de 1943 se otorgaron las primeras tres medallas a tres palomas mensajeras que habían ayudado a salvar a las tripulaciones de otros tantos aviones derribados. Desde entonces un total de 63 animales han recibido tan alta condecoración, considerada como la Cruz de la Victoria del reino animal. Entre los premiados encontramos 32 palomas, 29 perros, tres caballos y un gato (por cierto, se que una de mis lectoras ocasionales es muy amante de los gatos, en una próxima entrada contare la historia de este animal). De 1949 al 2000 la medalla no se concedió a animal alguno. En ese año se concedió al perro Gander, también por méritos en la II Guerra Mundial, obviamente fue concedida a título póstumo. En el 2001 se premió a tres perros por sus labores en la búsqueda de supervivientes tras los atentados del 11-S. El último galardonado fue Treo en el 2010, un perro labrador que ha encontrado multitud de artefactos explosivos en Afganistán.

En 2002 el mismo PSDA instauro la Medalla de Oro, dedicada especialmente a animales heridos o muertos mientras realizaban funciones de servicio civil. Hasta la fecha 19 perros han sido condecorados con ella.

Como diría Maria Dickin , el honor y el cumplimiento del deber no es patrimonio exclusivo del ser humano.

domingo, 24 de junio de 2012

El verdadero inventor del bazooka


El bazuca (termino correcto en español en lugar de bazooka) no fue inventado por ningún ingeniero militar ni por ningún especialista en armas, Su verdadero inventor fue Bob Burnsmúsico, actor y, sobre todo, cómico estadounidense que triunfó en la radio y en el cine durante las décadas de los 30 y los 40. En esta foto lo podemos ver haciendo uso de su "arma".

Bob+burns+bazooka+bazuca

Si, efectivamente no se trata del lanzacohetes en el que todos estábamos pensando. El bazooka de Bob Burns era un curioso instrumento de viento que el mismo inventó cuando tenia alrededor de trece años. Soplo accidentalmente por unas tuberías de cobre y vio que podía extraer diferente notas, completó su invento con un embudo y se puso a tocarlo al frente de su banda juvenil. Tras estos coquetos con la música Burns se dedico al mundo del espectáculo. Durante toda la década de los felices 20 fue dando tumbos de teatrucho en teatrucho consiguiendo de vez en cuando algún pequeño papel en alguna película. Pero en 1930 le llegó su oportunidad donde el no la esperaba, en el mundo de la radio. En una pequeña audición que le concedieron de apenas diez minutos comenzó a improvisar anécdotas sobre las gentes del sur (el era de Arkansas) y estuvo hasta media hora en la que encandiló a los directivos de la cadena. Así comenzó su fulgurante carrera. Y para esta nueva andadura buscó el apoyo de su invento de la adolescencia, lo doto de un tubo mas largo para poder sacarle mas notas y, de paso, hacerlo mas cómico, y le añadió un enorme embudo de los que se utilizaban para el whiskey. El bazuca había salido a la luz pública y se hizo rápidamente famoso. Por cierto, sobre porque le puso bazooka a su invento hay diferentes versiones (como era de esperar). Una de ellas nos dice que viene de una expresión de su pueblo, cuando la gente gritaba mucho se decía que "soplaban sus bazoos", el termino bazoos también podían hacer referencia a un tipo de viento. O quizás le llamo así por una degeneración del holandés bazuin, que quiere decir trompeta.

Espero que lo interesante de la historia os haya hecho olvidaros del lanzacohetes en el que habías pensado al leer el título, pero tanto si es así como si no es hora de hablar de él. En 1941 el ejercito de EEUU desarrolló un arma portátil anticarro. Esta consistía en un largo tubo metálico, abierto por ambos lados con el que mediante un curioso sistema de disparo se podían lanzar pesadas granadas anticarro. El artefacto fue bautizado con el nombre de Lanzacohetes M1, pero los soldados rápidamente lo compararon con el bazooka de Bob Burns y no tardo en conocerse universalmente con ese nombre. En la siguiente foto podemos ver claramente la similitud entre ambos inventos.

Bob+burns+bazooka+comparacion+lanzacohetes

Por último por si os picaba la curiosidad os dejo un enlace en el que se puede oír al propio Bob Burns tocando su instrumento junto a su compañero de la radio Tommy Dorsey que toca el trombón.

http://www.angelfire.com/de/classicalstories/sweetsue.wav
(No se porque pero no consigo que se acceda directamente, hay que copiarlo y pegarlo en la casilla del navegador).
Espero que disfrutéis del concierto.

sábado, 16 de junio de 2012

¿Cual fue el chollo original?


El pasado domingo participé en la procesión del Corpus de Valencia, como vengo haciendo desde hace la friolera de treinta y tres años. Como he hecho en la inmensa mayoría de esos años salí en el grupo de Els Blanchs (los blancos) que representan a Jacob y sus doce hijos, que darían origen a las doce tribus de Israel. El nombre de Els Blancs viene por que la vestimenta de los personajes esta sacada de unas estatuas que están en la Iglesia de los Santos Juanes, en Valencia, dichas estatuas están completamente pintadas de blanco, y cuando se hicieron los trajes se hicieron tal cual, totalmente blancos. Tras esta prolija introducción parece que fuese a hablar sobre la procesión o sobre estas doce tribus, pues no, voy a hablar sobre algo mucho mas profano que recordé mientras estaba "procesionando". A lo largo del recorrido había multitud de sillas donde estaba sentado el publico y pude observar a un señor armado con un montón de tickets y un monedero que cobraba a la gente por usar las sillas que el había colocado con anterioridad. No pude menos que pensar para mi "menudo chollo" para posteriormente aguantarme la risa que me sobrevino de inmediato. ¿Y por qué esa risa?, porque según una historia que oí hace tiempo la palabra chollo viene efectivamente de esa actividad, de la de alquilar sillas para ver desfiles y procesiones. Y esa es la pequeña anécdota que vamos a recordar hoy.

La historia comienza en 1759 cuando Fernando VI de España muere sin descendencia y tiene que sucederlo su hermano Carlos de Borbon, hasta ese momento rey de Napoles con el nombre de Carlos VII. Reinaría en España como Carlos III y seria conocido como el mejor alcalde de Madrid por las muchas obras que realizó en la capital.
Carlos+III+España+Cioglio

Como es de suponer cuando vino a España se trajo gran parte de su gente de confianza de Napoles. Y entre estos se encontraba un avispado cortesano llamado Cioglio. Este, al observar la cantidad de procesiones y desfiles que se organizaban en su nuevo país se le ocurrió la brillante idea de comprar sillas y bancos y alquilárselas al público que asistía a los eventos. Pidió licencia al rey que obviamente le fue concedida, no olvidemos que formaba parte de su grupo de confianza, y así amasó una enorme fortuna con relativa rapidez. El resto de la trayectoria etimológica es fácil de adivinar, el nombre de Cioglio se asoció rápidamente con cosa que se consigue fácilmente y sin ningún esfuerzo y por similitud fonética a como se pronunciaba en italiano rápidamente degenero en el mencionado chollo.

Así pues que con este origen de chollo y los ya sabidos de ganga y de bicoca, tenemos tema de que hablar la próxima vez que vayamos de rebajas. 

martes, 5 de junio de 2012

Y perdone por esta vez doña Ines


En estos tiempos donde la corrupción y el amiguismo son temas a habituales de conversación (aunque lo de "en estos tiempos" seria sustituible por "en todos los tiempos") me viene continuamente a la mente la figura de don Juan Bragas de Pipaón, protagonista de la segunda serie de los magníficos "Episodios Nacionales" de don Benito Perez Galdos. Este Pipaón logra llegar hasta la camarilla de Fernando VII, un grupo de cortesanos que junto al rey felón son los que verdaderamente gobiernan el país al margen de las decisiones de los ministros. Ni que decir tiene que nuestro protagonista tienes amplias virtudes para ocupar tal puesto, entre ellas destaca la capacidad para imitar la firma y la letra de cualquier persona. Como ejemplo de lo que llega a ser la corrupción generalizada y el nepotismo a la hora de designar los nombramientos don Benito pone en boca de Pipaón una anécdota significativa que tiene todos los visos de ser real, las novelas de esta serie siguen el cliché de tantas novelas históricas (o casi podíamos decir que lo crean) en las que el protagonista es ficticio pero todo lo que le rodea es histórico. Esta anécdota se narra en la tercera novela de la serie, llamada "La segunda casaca" (si, efectivamente el título hace referencia a la frase "cambiarse de chaqueta").

segunda+casaca+Benito+Perez+Galdos

Pues resulta que en la nombrada camarilla del rey es donde se otorgan la mayoría de los nombramientos oficiales incluidos los de los obispos. Un miembro de este selecto grupo era Ignacio Martínez de Villela, que tenia gran influencia en el monarca. Pero él era al a vez influido por su ama de llaves y gobernadora de su casa, una tal doña Ines al que en la novela se menciona como su negra no se exactamente porque, aunque lo intuyo. Tal era el poder y la codicia de esta mujer a la hora de conceder las mitras ( los nombramientos  a obispos) que se llego a decir que ni el mismísimo San Pedro podría empuñar el báculo si no estaba a buenas con la tal doña Ines. Cuando al rey le llegó la propuesta de nombramiento del obispo de Astorga..., pero dejemos que sea el propio Perez Galdos por boca de Bragas de Pipaón el que cuente la historia.

Vacó la diócesis de Astorga, y siguiendo los trámites ordinarios, fue presentado para la silla un sujeto, cuyo nombre no hace al caso. Llevose el decreto al Rey para que lo firmara, y Fernando, que tenía felicísimas salidas de aticismo cómico, leyó detenidamente el pliego, sonriendo con la socarronería que le era habitual. Estaba verdaderamente cargado, como ahora se dice, de aquella ambición desmedida de la negra de su amigo, y decidiendo emplear su iniciativa y usar sus prerrogativas con tanta insolencia usurpadas, no colérico, sino con mucha calma y gravedad, tomó la pluma y al margen de la propuesta puso estas sencillas palabras, que constan en un archivo: «Será obispo de Astorga D. X... X.... y perdone por esta vez Doña Inés».

No he podido comprobar si dicho archivo existe realmente como afirma don Benito. Lo que si he averiguado es que el tal D.X...X..... debe ser don Guillermo Martínez Riaguas obispo de Astorga de 1819 a 1824. Si esto es cierto la chulería no le salio muy bien al rey absolutista, ya que Riaguas rápidamente se alinea con los sectores mas reformistas-liberales de la iglesia. Por ejemplo en 1820 con la llegada del trienio liberal es de los primeros obispos que disuelven la inquisición en su diócesis, llegando a demoler sus cárceles. En definitiva, que se ve que la tal doña Ines, la negra de Martinez de Villela, sabia lo que se hacia.