Bitácora de un carpetoedetánico curioso donde van a parar todos los conocimientos aparentemente inútiles.

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lunes, 2 de marzo de 2015

Hablando de Egipto ¿sabias que...?


Igual que hice el año pasado sobre las gallinas, este año también he escrito un pequeño texto para el llibret de mi falla, Cádiz-Cura Femenia- Puerto Rico, falla Noscarmientas. Este año el tema de nuestra falla, de la presentación y de este humilde artículo es el antiguo Egipto. 

egipto+llibret+noscarmientas+falla

-¡Che nano!, ¿Cómo vas? Este año tanto la presentación como la falla van sobre Egipto. Si me invitas a una cerveza te dejo que me des un poco la brasa sobre el tema.

-Eso está hecho, además no hace falta que disimules que sé que te encanta oír mis historietas. ¡Camarero, dos cervezas!

-¡Que gran invento es la cerveza!

-Pues mira, ya tengo por dónde empezar. ¿Sabías que la cerveza la inventaron los egipcios? No se parecía mucho a la actual ya que no llevaba lúpulo, que es lo que le da su amargor característico, pero era una bebida fermentada de cereales muy apreciada en su época. Y no solo la usaban como bebida recreativa, también era considerada un alimento e incluso se utilizaba con fines medicinales. Ya ves, hace 5.000 años ya se quedaba para “tomar unas cañitas”.

-Unos genios estos egipcios.

-Y más que te lo parecerán cuando te cuente que un objeto que usamos hoy en día, unos más que otros, también lo inventaron ellos hace unos 3.000 años. Nada más y nada menos que el preservativo.

-Pero si no conocían el plástico, ¿de qué eran?

-Efectivamente, no eran de plástico, eran de lino. Pero no me mires con esa cara, su finalidad no era la anticoncepción, si no el evitar enfermedades venéreas, para lo cual sí que parece que eran muy efectivos.

-Por lo que se ve aparte de las pirámides crearon muchas más cosas estos egipcios. Aunque cuando veo las imágenes de las pirámides no puedo dejar de pensar en los esclavos que morirían construyéndolas.

-Cierto es que los constructores de las pirámides sufrieron en su trabajo, y que efectivamente hubiera accidentes en los que morirían muchos de ellos, pero te equivocas en una cosa, los trabajadores de las pirámides eran hombres libres que tenían un empleo como cualquier otro, no eran esclavos.

-¿Cómo? ¿Acaso no tenían esclavos en Egipto?

-Sí que tenían, y muchos, pero los usaban principalmente en labores domésticas. Los constructores de las pirámides eran trabajadores asalariados, y no estaban exentos de derechos laborales. Por ejemplo se han encontrado papiros donde se enumeran las excusas válidas para no ir a trabajar, y algunas resultan especialmente curiosas, como embalsamar a un familiar, sufrir una picadura de escorpión, fabricar cerveza para una celebración, haber recibido una paliza de su mujer en una discusión familiar , e incluso la embriaguez.

-Hummm, así que si preparabas la cerveza para un entierro, luego embalsamabas el cuerpo y luego cogías una buena cogorza con la cerveza te tirabas un montón de días sin ira a trabajar. Buenos patronos eran esta gente.

-Para no serlo, ten en cuenta que estos trabajadores protagonizaron la primera huelga conocida de la historia. En tiempos de Ramses III se retrasó la parte del pago que se hacía en grano y los obreros se encerraron en varios templos en plan “sentada” y no los abandonaron hasta que se cumplieron sus exigencias.

-Tengo que reconocer que ha estado muy interesante tu cháchara, pero me parece que me voy a ir antes de que te pongas pesado, que ya se sabe que si te dan rienda suelta llegas a tocar los huevos.

-Esa bien, te dejo libre, aunque podría contarte por que hay quien defiende que la expresión “Tócame los huevos” también viene del antiguo Egipto …

-Ehh, vale, oigamos esa historia, espero no arrepentirme.

- Como te decía hay quien afirma que el uso de esa frase viene de una historia contada por el gran historiador griego Herodoto.  Según nos narra en el sur imperio había una ciudad fronteriza llamada Elefantina. El problema era que los soldados de la guarnición llevaban tres años sin cobrar su paga, y no solo se declararon en huelga, si no que decidieron abandonar la ciudad y pasarse al enemigo. El Faraón salió en su búsqueda y pronto les dio alcance, pero sabedor de que su enfado era justo intentó aplacarlos aludiendo al patriotismo y a la familia diciéndoles: no podéis abandonar a los dioses ni a vuestros hijos y mujeres. A lo que el cabecilla de los insurrectos contestó llevándose la mano a los genitales: Mientras tenga esto tendré hijos y mujeres.

-Pues ciertamente no me arrepiento, aunque que eso derive en nuestro “Tocame los huevos” me parece un poco forzado.

-Y también podría contarte como fueron derrotados por los persas gracias a los gatos.

-Huyyy que tarde es, me voy a casa que si no tendré problemas con mi mujer, y eso aquí no sirve como excusa para no ir al curro como en las pirámides.

-Pero si es muy interesante, espera no te vayas.

-Mira ya me está llamando, si cariño, ya voy

-Sera posible. Otra vez. Pues hala, este año no te lo cuento, adiós muy buenas. Señor camarero, veo que está usted con la antena puesta, no se preocupe que se los cuento. Resulta que los gatos eran sagrados para los egipcios, entonces los persas al mando de Cambises se dedicaron a arrojar gatos vivos a las tropas egipcias, las cuales escandalizadas luchaban teniendo especial cuidado en no dañar a los pobres animales, encarnaciones vivas de la diosa Bastet, lo cual les llevo a una dolorosa derrota que permitió a Persia dominar Egipto durante varios años. ¿A que a usted sí que le ha gustado la historia?

-Las dos cervezas son dos con cuarenta, y ahí tiene la puerta.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Mantenerse en sus trece


Siento que poco a poco esta humilde bitácora se va muriendo. Las entradas se van espaciando cada vez más y más en el tiempo, y quizás llegue un día en que se "espacien definitivamente". Pero periódicamente me sobreviene el deseo de no abandonarlo y "mantenerme en mis trece" en la defensa de este pequeño rincón de la blogsfera. Y precisamente de esta frase "mantenerme en mis trece" es de la que voy a hablar hoy. Como podéis ver también me mantengo en mis trece en hacer absurdas introducciones para "hilar" alguna historia con la frase hecha sobre la que va el post. Pero ilustremos el artículo con una imagen.

Benedicto+XIII+Blackjack+quince+Maimonides

Si, efectivamente la foto es triple, porque tres son los posibles orígenes de los famosos "trece". Tengo que confesar que hasta que no escuche el segundo origen no me decidí a escribir esta entrada, "un solo origen posible es poca cosa para esta Memoria Residual".

La primera imagen corresponde a Benedicto XIII, también conocido como el Papa Luna. En los turbulentos tiempos del cisma de occidente, a caballo entre los siglos XIV y XV, había dos papas, uno con sede en Roma y otro con sede en Avignon, apoyado cada uno por diferentes monarcas europeos. Nuestro protagonista era fiel a la facción de Avignon y a la muerte de Clemente VII el cónclave de la ciudad francesa lo elige por abrumadora mayoría como nuevo papa, cogiendo el nombre de Benedicto XIII. Y aquí es donde la cosa se pone divertida, Francia le retira su apoyo ya que no se fía de que un aragonés sea tan influenciable como los anteriores papas. Ademas un nuevo papa entra en escena, en un cónclave creado en Pisa se elige un nuevo papa "buscando la reconciliación", y en este momento hay hasta tres papas a la vez, Gregorio XII, Juan XXIII y nuestro Benedicto XIII, que poco a poco va perdiendo apoyos y tiene que retirarse a Peñíscola, donde ocupa el maravilloso castillo construido años antes por los templarios. Y aquí es donde nace la conocida frase, cuando el papa Luna se aferra a su silla y proclama repetidas veces hasta su muerte "Sum papa y XIII". Por cierto, el aducía para su defensa un hecho incontestable, era el único de los tres papas que fue elegido cardenal antes del cisma.

En la segunda imagen podemos ver un Blackjack, la jugada ganadora en el juego homónimo. Aunque en realidad no vamos a hablar del Blackjack, sino de un antiguo juego predecesor de este llamado "Quince". Para ganar había que conseguir quince puntos, obvio, y era una jugada típica plantarse cuando alguien conseguía trece puntos, tan habitual era este lance que se llegaba a decir que para ganar al Quince había que mantenerse en sus trece.

Para finalizar tenemos al gran Maiomónides que en el siglo XII formuló los Trece principios de la fe judia, que con el tiempo se volverían normativos para dicha religión. Damos un salto en el tiempo y llegamos a 1492 cuando los Reyes Catolicos decretan la expulsión de los judíos, y se les da a elegir entre el bautismo o el exilio. Un buen número eligen la primera opción y son convertidos al cristianismo, pero la recién creada Inquisición Española fija sus ojos sobre ellos, y muchos son los que sufren tormento acusados de seguir practicando la religión judía, es decir que se mantenían en sus trece principios de la fe. Un solo apunte sobre esto, la Inquisición atacaba a quien siendo converso se mantenía en sus trece a escondidas, no al judío que se mantenía en sus trece y no se convertía. Ese era expulsado por la fuerza u otras cosas peores por el poder real, pero nunca seria tocado por la Inquisición, ya que esta solo se preocupaba de la pureza de los cristianos bautizados. 

Espero que os haya agradado la entrada y os emplazo a leer la próxima, llegue cuando llegue. Confío en que no tarde mucho y consiga mantenerme en mis trece